Más de cuatrocientas personas se reúnen en Tierz en el concierto con más afluencia de público de la presente edición de Cosecha de invierno.
Carmen París reunió este sábado en
torno a cuatrocientas cincuenta personas en el pabellón municipal de Tierz para
disfrutar de su espectáculo París al
piano en el marco de la muestra de artes de la Hoya de Huesca ‘Cosecha de
invierno’.
La artista aragonesa logró con
una cuidada y representativa selección de una decena de sus temas caldear
musicalmente el frío de esta noche invernal. Arrancó el concierto con una jota
a capella que le llevaba a sus orígenes en la ribera del Ebro, interpretando
con toda su radical pureza una jota de Utebo. A partir de esa fuente, de la que
bebió y se inspiró, Carmen París ha afrontado en su trayectoria revitalizar y
actualizar la jota para conducirla hacia un futuro más abierto y global.
Cada tema interpretado suponía un
paso en su vida artística, desde su espectacular irrupción en la escena
nacional con su disco Pa’ mi genio
hasta sus intentos por expandir la jota por el mundo anglosajón, pasando por su
rebeldía ante las furibundas críticas que a su propuesta heterodoxa se lanzaron
desde algunos de los sectores más reaccionarios de Aragón. El tema Jotera lo serás tú, que fue muy
aplaudido, se presentó como la respuesta somardaque
compuso a esos juicios y reproches.
Otros temas que interpretó, en
los que se presentan influencias del jazz, de la música cubana, de las
rancheras, del chotis, de los sones latinoamericanos o de los ritmos africanos,
fueron Cosita in-solitas o Cuerpo triste, en el que invitó al
público a hacerlo los coros.
Dos piezas cantadas en inglés, en
el que le vuelve a “meter algún viaje”, como ella dijo, a la jota le sirvieron
para dar su visión de la crisis con Little Chain of Gold para fusionar con aires de Sinatra coplas joteras llenas de
amor y besos.
Incluyó en el espectáculo también
una versión no grabada del Mediterráneo de
Joan Manuel Serrat para concluir su actuación con una muy brillante y
emblemática pieza, llena de frescura y vitalidad como es su Savia nueva. Destacó en todo el
concierto su personalidad sobre el escenario, su profesionalidad y, sobre todo,
enorme calidad artística, con una voz tan extraordinaria como emocionante.
Ante la insistencia del público,
que la ovacionó largamente, Carmen París cerró el círculo de su París al piano con otra jota a capella aprendida
de su padre. Todo un guiño a las vueltas que esta compositora e intérprete
aplica sobre el género musical más reconocido del folclore aragonés con la
visión de abrir nuevos caminos expresivos en la libertad creativa.
La organización se muestra muy
satisfecha de la acogida de este concierto que supone un hito en la
programación en el ámbito rural de la Hoya de Huesca y que fue capaz de
concentrar a un gran número de personas provenientes de muy distintos puntos de
la geografía comarcal, tal y como resaltó Beatriz Calvo, consejera de Cultura de la Hoya de Huesca, en las palabras con las que introdujo la actuación.
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