Finales inesperados para un público
entregado en las actuaciones de Pez Limbo, La Nave y Teatro Che y Moche dentro
de la primera jornada de Cosecha de invierno.
La decimotercera edición de la
muestra de artes Cosecha de invierno, que organiza la Comarca Hoya de
Huesca|Plana de Uesca, se inauguró ayer tarde en la localidad de Quicena. El
programa de microteatro rural de ‘Obras en casa’ ofreció las píldoras teatrales de las compañías PezLimbo, La Nave y Teatro Che y Moche con una excelente acogida por parte del
público.
La lluvia impidió el encendido de
la hoguera prevista en la plaza Sancho Ramírez, donde se iba a ubicar el punto
de reunión, por lo que los grupos de espectadores se concentraron en los bajos
del ayuntamiento en torno a las 20:00 horas. Beatriz Calvo, consejera comarcal
de Cultura, y Javier Belenguer, alcalde Quicena, fueron los encargados de inaugurar
esta edición de Cosecha de invierno. El alcalde dio la bienvenida a Cosecha de
invierno y agradeció a la Comarca el haber ser elegidos como escenario para el
arranque de esta “interesante programación cultural para el medio rural de la
Hoya”. Por su parte, Beatriz Calvo resaltó la gran colaboración que siempre
encuentre esta muestra de artes por parte de los ayuntamientos y vecinos de los
pueblos de la Hoya y subrayó que “el principal objetivo de esta iniciativa es
poner a disposición de la gente que reside en el medio rural espectáculos
artísticos de primer nivel, al tiempo que reivindicar espacios insólitos y
lograr que, a través de estos eventos, todos nos animemos a visitar y disfrutar
de la cultura en los pueblos”.
Solapándose al final de su intervención,
comenzó el espectáculo con la entrada en escena de las yayas de Cosecha quienes bromearon con los políticos y el público,
ordenando entre risas tres grupos que iniciaron la gira por los tres espacios
privados habilitados en casas de Quicena como escenarios para la representación
de ‘Obras en casa’.
Cada una de las compañías realizó
tres pases de entre quince y veinte minutos. Sus representaciones, marcadas por
las relaciones de pareja y siempre rematadas con un final sorprendente que daba
un giro inesperado al ambiente generado, fueron muy aplaudidas y alabadas. El
público pasaba a formar parte de la obra y muchos eran los que se veían
abocados a intervenir o colaborar en las escenas.
La ruta por el microteatro en
Quicena, siempre bajo la persistente lluvia que acompañó la jornada, concluía
en los bajos del ayuntamiento donde, mientras el pueblo de Quicena ofrecía a
público y actores y una cena a base de embutido a la brasa, las yayas de Cosecha continuaban con su arte
de la improvisación finalizando el evento con el ya clásico brindis en alabanza
de la juventud y de invitación a disfrutar de la vida… y de la programación de
Cosecha de invierno.
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