Doscientas
personas puestas en pie arrancaron al jotero un bis con su interpretación del
estilo de Bolea
Varios momentos de la actuación Al son de la jota en el Pabellón de Bolea el 14 marzo 2014 (Fotos: E. Maine)
El espectáculo “Al son de la jota” reunió ayer noche en la localidad de Bolea a doscientas personas en la más concurrida actuación de las que se llevan celebradas en esta décima edición de Cosecha de invierno. Con un atrevido y singular montaje, la compañía que dirige el altoaragonés Roberto Ciria logró la aclamación del numeroso público que se dio cita en el Pabellón de Bolea, quien en varios momentos interrumpió la actuación con aplausos.
Estilos
populares y algunas tonadas de zarzuela se fueron desgranando en un montaje que
hurga en el sentimiento y expresividad de cada una de las piezas mediante su
diálogo con coreografías, arreglos musicales o incluso la interpretación de los
cantadores.
El
show propuesto por Roberto Ciria se desvela como una alternativa a los tópicos
de la indumentaria, de las poses joteras o de las variaciones tradicionales.
Así los pantalones vaqueros conviven con las sayas y los mantones, aunque no
hay ni cachirulos ni miñoneras. Sólo en el canto se continúa rígidamente anclado a los estilos aprendidos de
viejo, como una referencia firme sobre la que experimentar y evolucionar.
El
cambio y la transformación es evidente. El público lo detecta y saborea con
mayor intensidad los detalles de tradición que se sirven con calculada
precisión. La jota evolucionada del siglo XXI es del agrado tanto de quienes
reclaman una renovación en los cánones estereotipados de los grupos folclóricos
clásicos como entre quienes son seguidores de la tradición estándar. Ayer noche
en Bolea hubo quórum y el público reconoció la labor poniéndose en pie en un
prolongado aplauso que, excepcionalmente, como reconociera el propio Roberto
Ciria, sirvió para regalar a los asistentes su personal interpretación del
estilo de Bolea.
El
cambio y la transformación es evidente. El público lo detecta y saborea con
mayor intensidad los detalles de tradición que se sirven con calculada
precisión. La jota evolucionada del siglo XXI es del agrado tanto de quienes
reclaman una renovación en los cánones estereotipados de los grupos folclóricos
clásicos como entre quienes son seguidores de la tradición estándar. Ayer noche
en Bolea hubo quórum y el público reconoció la labor poniéndose en pie en un
prolongado aplauso que, excepcionalmente, como reconociera el propio Roberto
Ciria, sirvió para regalar a los asistentes su personal interpretación del
estilo de Bolea.
El
acto arrancó con la presentación a cargo de Julio Riverola, consejero de
Cultura de la Comarca Hoya de Huesca|Plana de Uesca, quien acompañado de la
alcaldesa de la localidad, Carmen Gutiérrez, informó sobre lo que supone y
representa la muestra de artes 'Cosecha de invierno' como ámbito de
programación para los artistas de la Hoya y como resorte de difusión cultural
en los municipios de la comarca a lo largo del periodo invernal.
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