De Madrid a Murillo en viaje directo.

Recién llegado de obtener un sonado éxito en el Teatro Fernán Gómez de Madrid, la compañía El Gato Negro trasladaba hasta un acondicionado Cámping de Murillo de Gállego la obra “Ser o no ser”. Con una sala llena y ante un público entregado desde la primera frase, Alberto Castrillo-Ferrer realizó una magnífica interpretación en una obra que ya mostró su madurez tras su rodaje en Madrid y que llegó a la Hoya en plenitud.

Todo un alarde interpretativo con continuos guiños que hunden, con ironía y humor crítico, las palabras en la actual situación del mundo del teatro y de la cultura en general. Sólo en el escenario, Alberto Castrillo-Ferrer se permite continuos periplos por la historia shakesperiana y por la más palpitante actualidad. En sus divagaciones íntimas o en sus interpelaciones al público, el actor improvisó continuas alusiones a acontecimientos y preocupaciones cotidianas y, dado que la compañía se asienta en Murillo de Gállego, algunas de ellas incluso fueron referentes a la actualidad del pueblo.

Sin duda, un lujo poder contar con una compañía radicada en la Hoya y que atesora un premio Max, en un escenario singular y de urgencia como las instalaciones del cámping de Murillo de Gállego.